miércoles, 10 de julio de 2013

El rayo: una poderosa amenaza


Los rayos es un fenómeno natural impresionante, pero detrás de aquel espectáculo natural se esconde una temible amenaza.

En la antigüedad, los rayos eran interpretados como un castigo divino por el cual se les tenía miedo, pero como la necesidad del hombre es siempre cuestionar su entorno natural, se cuestionó sobre cómo es que los rayos impactan en la tierra.
Es así como Benjamín Franklin con la ayuda de su pararrayos se da cuenta de cómo funciona toda esa maquinaria.

El rayo es como una pila, en la parte de arriba, o sea las nubes, que es donde se forman, es la parte positiva del rayo y donde obtienen sus cargas eléctricas, y en la parte de abajo tienen su carga negativa, y es por eso que el rayo cuando impacta es porque busca o encuentra una fuente de carga positiva, y esto es claro; metales, árboles, lugares altos, etc.


Pero como hemos oído hablar, hay rayos y relámpagos, y la diferencia de estos es muy simple; los rayos son los que impactan la tierra, y los relámpagos son aquellos que suceden en las nubes, es decir, que se están dentro de las nubes, o van de una nube a otra, o en su caso especial, van hacia arriba, alcanzado la ionosfera (la ionosfera es una capa de la atmosfera ubicada entre la exosfera y la mesosfera, su altura es de los 80km a los 500km), a este fenómenos peculiar se le conoce como espíritus o duendes.

Según el escrito de Miguel Ángel Sanchis Lozano en su escrito de ¿Cae el rayo a tierra o asciende a la nube?, nos dice que los lugares donde más posibilidades de caer un rayo es en las zonas ecuatoriales, por tanto países como Estados Unidos, diversos países Africanos, el Himalaya, y la República Dominicana, son los que tienen más tormentas eléctricas.

De acuerdo con el escrito de Miguel Ángel, los Estados Unidos tienen una media de muertes por rayo al año de 87 personas, mientras que en España, es de 12. Es bastante menor, puesto que en Estados Unidos se conjugan muchos factores que hacen más susceptible a las personas a este tipo de impacto como: las grandes extensiones de terreno plano, donde no es posible refugiarse fácilmente.

Se tienen datos que de las personas que reciben el impacto de un rayo el 75% sobrevive, esto porque sufrieron un impacto indirecto, mientras que el otro 25%  muerte, en su mayoría es porque recibieron la descarga directa, en esos casos la posibilidad de sobrevivir es muy baja. Pero un impacto ya sea directo o indirecto, lejos de concluir en la muerte, puede tener conciencias permanentes de tipo respiratorio, cardiovascular, problemas neurológicos, y por supuesto quemaduras.

Por eso debemos siempre refugiarnos en lugares cerrados o en su defecto no ponernos con potenciales pararrayos como lo son los árboles, objetos metálicos espacio muy abierto y diversos más.

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