Sin grito

      “Jamás hable, jamás se lo dije a nadie, pero aquí estoy yo y las burlas en mi cabeza  que retumban , las gotas de la inquisición . Mi nombre es  Juana, tengo 10 años y voy en quinto de primaria, desde que pise la escuela los comentarios y burlas estuvieron  a mi alcance, trate  de  no escuchar o hacer amigos, pero solo tenía como resultado apodos que cada año iban creciendo más, en mi casa cuando todos dormían mis lagrimas estaban despiertas , jamás se lo dije a mi madre  porque sabía que no se  solucionaría ,  siempre me dice que tengo que defenderme así que para defenderme no le contaba, con la boca cerrada nada pasará en mi casa. Ya no se que hacer todos los días regreso con una herida que precisamente no se ve, si yo Juana soy víctima del bullying, esa moda, esa nueva forma de vida en las escuelas, lugares donde hablan y se ponen el escudo de héroe pero en realidad ,mas allá de la definición no saben más.”

                Hoy en día la educación como parte de la convencía entre los niños y jóvenes  de diferentes niveles, es la causante de trastornos psicológicos, que pueden llevar a la muerte. La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH)  informó que el 40% de la población escolar de primaria y secundaria, tanto en instituciones públicas como privadas del país, es víctima de esta gota, así mismo el presidente de la CNDH comento que se necesita de la prevención e información para la que este suceso no sea alarmante a corto plazo.

 Esta situación de importancia nace los primeros años de vida en un ser humano  ya que  el acosador según las estadísticas es  víctima en el hogar, otra forma de llamarlo es acoso escolar  y los protagonistas de este lucha entre la venganza y la impotencia  son en su mayoría  niños y niñas en proceso de entrada a la pubertad (12-14), siendo en porcentaje más alto el género femenino como víctima.

               

 El psicólogo Inaki Piñuel egresado de  la Facultad de Ciencias Empresariales y Ciencias del Trabajo de la Universidad de Alcalá y la psicóloga Araceli Oñate especialista en la intervención y prevención integral del acoso psicológico en el entorno escolar, subdividieron el bullying en 8 tipos:

Bloqueo social con 29.3%, donde se busca el aislamiento social.

Hostigamiento  con un 20.9%, manifestación de desprecio y falta de respeto hacia la dignidad.

Manipulación con un 19,9%,se pretende “envenenar” a todos contra él o ella.

Coacciones  con un 17,4%, donde la victima realiza acciones contra su voluntad.

Exclusión social  un 16,0%, donde se excluye la participación de él o ella.

Intimidación 13,0%,  acciones que inducen miedo al niño o niña.

Amenazas con 9,0%,  donde se amenaza  contra la integridad física del niño así como también mediante la extorción.

 El acoso escolar o bullying  ocasiona secuelas biologías y físicas en la victima así como también afecta la integridad, autoestima y dignidad de la víctima, es un problema  que nace y se previene  en la base de la sociedad llamada familia.