lunes, 20 de abril de 2015

Una sociedad sin fronteras

Es increíble las cosas que la gente hace por dinero, en ocasiones la maldad de las personas se acrecienta por esa necesidad de dinero, aveces, de poder.

En la vida cotidiana es "normal" que a las personas les asalten y les quiten su dinero y pertenencias, pero aquí lo inexplicable es ¿por qué lo hacen? Si bien hay necesidad y carencias en todas las personas, pero ¿qué es lo que hace que esa persona le quite a las demás sus cosas?, cuando sabe que al fin al cabo con trabajo y un poco de dedicación, como lo es asaltar, ganaran lo que le quitan a las personas.

La maldad en la gente es tan inentendible y mas aún aquellas que teniendo dinero y poder, perpetúan su maldad con actos monstruosos como asesinatos, secuestros, ejecuciones... y todo a lo que llaman "el pan de cada día" en México. ¿Acaso no se conforman con el dinero, o el supuesto poder que tienen? Es inaudito pensar en un país que niega estar en una guerra, cuando las muertes que genera son peores que las perpretadas por terroristas del medio oriente.

Un país mejor no es una realidad, ni mucho menos algo que se esté llevando a cabo. Cuando vemos todos esos jóvenes "jugando" a sicarios, drogándose, perdiéndose, en toda la miseria que genera nuestra sociedad, de ninguna manera podemos decir que somos mejores, y esto solo es una muestra. Y si vamos más al centro donde la violencia no es tan descarada, pero en ninguna medida ausente, observamos a los rateros de cuello blanco, si es que algo tienen blanco, a rateros pobres robando y dejando a la gente más pobres, a secuestradores, violadores, en fin la pura "buena vida".

Nosotros, el gente "buena" no podemos cantar victoria, nosotros somos esas células que se infectan con ese cáncer de la resignación, de la normalidad. Hoy día es difícil ver a alguien haciendo algo por otros, aunque te pasen en videos la bondad de las personas, la otra cara, la realidad de 60 millones de mexicanos pobres o medio pobres, es totalmente diferente, luchando día con día en superar el día siguiente, aunque eso signifique perjudicar al otro (desde luego no de la misma medida a lo anterior dicho).

¿Acaso no se entiende que la sociedad está hecha un carajo? Los asaltantes son la muestra, no les importa joderse al pobre, simplemente se lo joden, a la gente no le importa movilizarse para que no les roben, simplemente prefieren que alguien más haga el esfuerzo, a nadie le importa ayudarse, y así quieren "Mover a México" Ojalá despertemos de esta apatía, de esta enfermedad llamada justificación. No somos ni un poquito buenos, y para remediarlo primero hay que aceptarlo.

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